LA HERMANDAD BLANCA Y LA DIVINA ENERGÍA DEL AMOR
La Hermandad Blanca nació bajo la influencia del Rayo o Divina Energía del Amor, cuya fuente de irradiación es Cristo. La Hermandad vibra bajo su influencia y todo cuanto en ella se desarrolla responde a este atributo de la divinidad que nos hace reconocer que,
¡DIOS es amor!
El amor es el que realiza el prodigio de unir lo que está separado, de atraer hacia su órbita a quienes se alejan por diversas circunstancias, de producir armonía donde hay discordia y de poner comprensión donde hay diferencias.
Para el Amor no hay distancias ni imposibles, derriba barreras, transmuta y brinda nueva vida.
Todo Hermano Blanco debe esforzarse porque nuestro Templo, nuestra Morada Espiritual, sea una permanente eflorescencia del Amor y de la Paz.
Debemos tener siempre presente que el Amor verdadero y real, el Amor auténtico, sincero y profundo de los unos hacia los otros, nos pone en sintonía con el ambiente sutil y suavísimo de los elevados planos espirituales, atrayendo la presencia, protección y compañía de los Grandes Seres de Luz.
Siempre se ha dicho y reconocido que la Hermandad Blanca se distingue por el amor fraternal que se evidencia entre sus integrantes y el que se brinda al que llega a golpear sus puertas. Sin embargo, reconocemos que no es fácil mantener siempre viva esa llama azul-rosada que tan suavemente nos ilumina, pues somos humanos y por lo tanto, es necesario un vencimiento continuo y un completo olvido de uno mismo para no romper la cadena de amor que es base y fundamento de todo edificio espiritual que se ha levantado a través de los años.
Es preciso que cada uno de nosotros esté atento al significado de este privilegio concedido por el Señor de amparamos bajo Su Manto Poderoso de Amor y Protección, cuidándonos de no caer en antagonismo ni permitirnos diferencias de ésas que distancian comúnmente a los seres, logrando superarlas mediante el cultivo de nuestra rica vida interior, en forma que cada uno piense en lo que agrada a los demás, antes que en su propio contento y agrado.
Y si una necesidad imperiosa obliga a contrariar a otro, el amor lo inspire a realizarlo en tal forma que no cause dolor ni pena alguna, porque ha llenado de amor todo aquel lugar que hubiera ocupado el desagrado y el descontento. Cuando se irradia amor, las palabras y las acciones resultantes podrán ser algunas veces hasta severas, pero jamás podrán ser hirientes.
Sintamos como Pablo el Apóstol, que el amor todo lo soporta con confianza, esperanza y paciencia; todo lo comprende, todo lo perdona; nada busca para sí mismo, sino sólo el bien ajeno. El que tiene amor es bondadoso, no se enoja ni guarda rencor; no se jacta en la injusticia, sólo ama la Verdad.
Acrecentemos pues, nuestra fuerza espiritual y que nuestra consigna sea no faltar a la Ley del Amor. Que nos mantengamos unidos en espíritu, en presencia y en verdad, con el gozo del alma reverberando en el corazón, recordando que el amor es la fuerza que atrae; une y funde las almas, esa fuerza centrípeta que centraliza y fusiona en su seno a las unidades de vida que se llaman, se buscan y se aman.
Queridos hermanos, el pájaro azul del amor, dentro de nosotros mismos, necesita agua clara para vivir. Seamos tan limpios de corazón, tan puros de pensamientos, palabras y acción, tan dispuestos al cumplimiento gozoso de los deberes espirituales y al servicio amoroso, sabio y desinteresado hacia los demás, que nos capacitemos para ser directos colaboradores de Cristo en Su Obra de Redención por El.
EL CAMINO
Gran parte de la humanidad "duerme" frente a la viva realidad de la existencia. Se nos ha llamado la 'Tierra de los muertos que viven" o "los muertos que deambulan por la Tierra creyéndose vivos". Solamente empieza la posibilidad de un sacudimiento cuando surge la inquietud y se da comienzo a la búsqueda espiritual que nos ha de llevar poco a poco al "despertar".
Cuando tomamos el camino de la acción espiritual, debemos superar todos los obstáculos, temores e inhibiciones, como igualmente todas las críticas que puedan surgir si tenemos que contrariar opiniones ajenas o interesadas, vencer criterios estrechos o modificar rumbos y romper moldes.
Debemos tener el valor de tomar la tarea que hemos decidido y cultivarla porque nos atrae, debiendo entonces "triunfar" en ella, para probar a los demás y a nosotros mismos la realidad de la diferencia entre un camino y otro y la realidad del acierto.
Al comenzar a caminar debemos partir con las siguientes cualidades esenciales básicas:
- Aspiración altruista
- Mente abierta y sin fanatismo
- Visión y sano juicio discriminativo
- Paciencia y fe
- Amor al conocimiento para vivir conforme a él
- Continuo esfuerzo y disposición al cambio
- Para desarrollar con éxito el trabajo de perfeccionamiento, los principales requisitos son:
- Vivir una vida lo más ajustada posible a la verdad
- Nobleza y altura en los pensamientos
- Sinceridad en los ocultos sentimientos del alma
- Lógica y discernimiento en la fe
- Verdad en la palabra, lealtad en la amistad
- Fidelidad y pureza en el amor
- Reconocimiento de la responsabilidad conjunta
Quien posee una mente limpia, un corazón puro y un sincero amor a la verdad; quien vive benévolamente, expresa palabras gentiles y sabias y practica el auto-olvido, tiene el camino expedito. Por medio de la renunciación y el servicio, el aspirante se aparta de las cosas de lo personal. Da, y por lo tanto, recibe. Vive la vida de renunciamento y las riquezas del cielo afluyen a él. Da lo que posee y a la vez es colmado hasta la saciedad. Nada pide para si y es el hombre más rico de la Tierra.
- Reteniendo, el hombre pierde
- Desprendiéndose, gana
- Tratando de retener, inevitablemente desaparecerá lo que posee.
La HERMANDAD BLANCA es un camino de superación, en el que se aprende, en primer lugar, a conocerse a sí mismo. Lleva a la correcta formación del carácter --a encauzar la conducta en forma positiva y constructiva, al cultivo de las cualidades --a hacer aflorar las virtudes del alma - a la disciplina que hace de la vida un camino de realización--y al desarrollo de las cualidades del espíritu, que son infinitas, y de sus potencias, que son ilimitadas. Pretende dar una orientación correcta para ir logrando el ajuste rítmico de la vida al orden espiritual y a las circunstancias.
- Por el conocimiento viene la comprensión
- Por la comprensión viene la vivencia
- Por la vivencia viene la transmutación
- Por la transmutación viene la liberación
- Por la liberación viene la iluminación
- Por la iluminación viene la resurrección
- Por la resurrección viene la Gloria
En los pensamientos de pureza, dedicación, amor y servicio, está resumida la naturaleza y el destino del hombre.
LAS CONSIGNAS DE LA UNIVERSIDAD
1. Disciplina
Sin disciplina no hay nada. Nuestro organismo básicamente es disciplinado. Nos advierte cada ciertas horas que tiene hambre, sed y a la vez escreta lo que no le sirve también regularmente. Nuestro maravilloso sistema nervioso, sensible o motor, realiza sus funciones obediente a los estímulos. Sueño y despertar, etc., todo obedece en nuestro organismo disciplinadamente si nosotros con nuestra disciplina mental lo acompañamos.
Si nuestra mente es indisciplinada, obliga a nuestro organismo a cambiar las reglas del juego natural y entonces todo se va trastornando hasta llegar a perderse las virtudes naturales de todo funcionamiento.
a. Disciplina Mental
Hay que nacer de nuevo. Debemos dejar atrás la Cruz Mutable (no tener rumbo fijo, cambiar de objetivo sin sentido), para girar en 180 grados y dejar al rebaño que nos impulsaba a seguir por donde ellos querían y entonces entrar en la Cruz Fija donde tiene otro sentido, porque es otra brújula la que nos guía.
En la Cruz Mutante íbamos a la deriva y ahora en la Cruz Fija nuestro Norte es nuestra Alma.
2.- Silencio
¿Qué quiere decir silencio? ¿Que andemos en puntillas sin hacer ruido? ¿Que no hablemos o no nos riamos si algo nos hace gracia? iNo! El silencio se refiere al respeto hacia los demás y hacia nosotros mismos. Se refiere a silenciar toda manifestación desbordada en nosotros, no intervenir ásperamente. Silenciar nuestra agresividad (si la tenemos), nuestro egoísmo, (que seguramente poseemos) y sobre todo, llegar a silenciar nuestra mente. Sin silencio interior no podríamos llegar a meditar, ni siquiera a analizar con imparcialidad nuestras situaciones o las de los demás. Necesitamos silencio interior para llegar a oír el susurro del Alma y además, en este silencio, oír la Palabra Sagrada que expresa nuestro Universo.
3.- Acción
Todo lo que estudiemos, leamos, veamos como perfecto y razonable, no sirve de nada si no lo llevamos a la acción. Sólo actuando recibimos la vivencia. Es tan fácil entender que sería tan lindo el mundo si todos fuéramos generosos, buenos, compasivos, solidarios del prójimo, pero... ¿yo lo soy? Y entonces empieza la controversia interior: Y ¿por qué yo no más? ¿ Y los demás, por qué no lo hacen?
Sólo la acción personal nos da la respuesta. Sin poner las manos en la mesa no tendremos el maravilloso pan de la respuesta. Sólo llevando nuestros estudios a la práctica llegaremos a comprobar la Verdad, a vivenciar la Verdad, a ver como cambia nuestra vida, como se va iluminando lo que antes era sombrío, como va siendo aceptable lo que antes era insufrible, porque hemos descubierto que antes lo teníamos mal enfocado.
Actuar con los principios esotéricos que hemos adquirido intelectualmente pone en desarrollo facultades y fuerzas maravillosas que no creíamos poseer como igualmente destruye prejuicios y egoísmos que sabíamos muy arraigados en nosotros.
4.- Voluntad
Decimos que sin disciplina ni acción, no hay resultados positivos verdaderos. ¿Cuál es la facultad que nos permite conseguir todo aquello que deseamos? Es la Voluntad: la viga maestra que sostendrá toda nuestra nueva construcción. El hombre nuevo, genéricamente hablando. Ya me parece oírlo que siempre se arguye: "Si, yo sé que tendría que hacer eso, pero es que no tengo voluntad".
Tenemos que destruir ese prejuicio. Todos tenemos Voluntad.
La Enciclopedia dice de la Voluntad: "Potencia o facultad del Alma que mueve a hacer alguna cosa". Todos poseemos libre albedrío para elegir. Hasta cuando no elegimos estamos eligiendo, no elegir, así que eso de "no tengo voluntad" no existe.
Voluntad, Inteligencia y Afectividad son los tres atributos pilares del ser humano y sólo falta empezar a conocerse a sí mismo para que la Voluntad de alcanzar la meta del Alma se haga presente en nosotros.
Pensemos que existimos por la VOLUNTAD DEL PADRE, y que El nos hizo a Su Imagen y Semejanza.
5.- Decisión
Significa resolverse a ... Es firmeza de carácter, es el acto más característico de la Voluntad. Es donde el ser humano revela su jerarquía en la evolución. Después de razonar, de reflexionar, llego al punto máximo y aplico mi albedrío y decido: me resuelvo a... La decisión es la antesala de la acción. Puedo decidir hacer o no hacer. Hablar o callar. Este punto de la decisión es la que nos da la pauta de que la libertad (al albedrío) es el principio fundamental en nuestra vida. Nada ni nadie puede impedirme decidir internamente. Podré someterme externamente por las circunstancias, pero internamente, espiritualmente, soy libre de decidir.
Y hay que decidir entrar al Sendero, al camino espiritual y esto debe estar acompañado del punto siguiente que es:
6.- Fuerza
Energía para no amilanarse ante los escollos, practicar el esfuerzo por superar nuestras debilidades y comprobaremos con asombro como a cada esfuerzo realizado hay una retro-alimentación (feedback) de las fuerzas, con lo cual todo se va facilitando.
Decidir con fuerza para llegar a la acción. Ya dijo Jesús en una y otra ocasión algo de "dejar a los muertos que entierren a sus muertos" y también habló sobre los "tibios de corazón" Los primeros no se deciden por la VIDA y los segundos no se deciden con energía por la Vida del Alma, que es el Amor.
Otra consigna de la Universidad es:
7.- Armonía
Esto parece un tema musical, y en realidad lo es.
Estudiamos y practicamos para corregir nuestras estridencias; para estar acordes con nosotros mismos y con los demás; para que haya Paz en nuestro corazón y podamos reflejarla en nuestro ambiente; para que subamos la tonalidad de nuestra vida tan demasiado enraizada en lo concreto y la elevamos a una octava más alta donde la Dominante sea espiritual y se resuelva en la Tónica del Alma.
Paz en cada uno de nosotros para contribuir a la Paz de la Humanidad. Una Paz vibrante, dinámica y conciliadora.
Por último, sustentamos en nuestra Universidad como involucrando como todo lo anterior el:
8.- Amor
Principio y fin de nuestro destino.
Cuando hay amor, la Voluntad decide y actúa con rapidez y energía salvando todos los obstáculos. Silencia las críticas negativas, armoniza toda discordia y sobrepasa todo sufrimiento con entereza.
El Amor es la segunda cualidad del Padre representada por el Cristo.
El Amor es la fuerza cohesiva del Universo; es lo que transformó el caos en el Cosmos al imponer SU orden. Es la herencia del Padre del Alma y cuando de Ella proviene el Amor entonces es Luz que ilumina el entendimiento y el corazón, proporcionando comprensión, caridad y tolerancia. Empuja al servicio del prójimo, superando los egoísmos propios de la personalidad. El Amor alcanza Sabiduría porque sabe y siente la Unidad con el prójimo y nos da Paz y equilibrio.
La historia de nuestra evolución es el desarrollo de nuestra conciencia para que lleguemos a amar todo lo que existe; para que lleguemos a comprender y amar la magnificencia de todo lo creado; para que cuidemos y protejamos a nuestro planeta Tierra; para que amemos la Vida que Dios nos dio y para que amemos al prójimo como a nosotros mismos.
Cada día que pasa tenemos la prueba de Amor más inadvertida y más verdadera que existe: el SOL nos da su Amor en su Luz y Su Calor sin intervenir en quien merece o no recibirlo.
- Voluntad - afectividad e inteligencia constituyen las tres esferas síquicas del hombre.
- Albedrío - facultad de obrar por reflexión y elección.
- Libre Albedrío - elección de una cosa con libertad.
- Disciplina - arte, facultad, o ciencia. Observancia de las leyes y ordenamiento de una profesión o institución.
Por: Viola S. Van De Wyngard B.
Recopilado y editado por: Tsering Namdron
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